Para dos luchadores contra el cáncer, ni la distancia ni la enfermedad, pudo vencer al amor

Muchas miradas de curiosidad, cámaras de televisión y gran expectativa fue el preámbulo del matrimonio civil entre Salvador Ragusa (venezolano) y Noemí Salinas (ecuatoriana).

Sin duda son dos personajes que han dejado lecciones de vida. A ellos les unió primeramente la solidaridad que significa padecer de cáncer y en segundo lugar el amor que nació hace un año durante el evento denominado Bionic Fashión Day, organizado por la fundación “Jóvenes contra el cáncer”.

Salvador (20) dejó a su familia y estudios para venir a Ecuador y reencontrarse con Eliana (21). La visitó en su casa y la relación se consolidó a tal punto que el deseo de contraer matrimonio por  lo civil se hizo firme.

Los padres de la pareja conocieron la decisión y la apoyaron sin más. El soporte de la Fundación fue fundamental. Sus integrantes y voluntarios trabajaron como hormigas por una noble causa, la felicidad de dos jóvenes a quienes la enfermedad intentó doblegarlos sin conseguirlo.

El día de la unión estaba marcado de simbolismo, 4 de febrero, Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer. El novio llegó primero, la hermosa novia se hizo esperar un poco, pero finalmente llegó; las cámaras de tv y los flashes de las cámaras fotográficas hacían la corte. Ya en la sala de matrimonios esperaba el Director General de Registro Civil, Jorge Troya, quien se sumó al momento de felicidad.

Dio la bienvenida a la pareja y dijo que es un privilegio conocerlos. “Son un ejemplo de vida, muchas felicidades” dijo el principal de la institución al solemnizar la unión, momento compartido con Gustavo Dávila, director de la Fundación “Jóvenes contra el cáncer”, quién concluyó la ceremonia con el tradicional “puede besar a la novia”, lo que arrancó gritos y aplausos de familiares, funcionarios y del público que se dejó enganchar por la magia de tan especial momento.

Luego fotos interminables, abrazos, alegría de propios y extraños a lo largo y ancho de la sala de matrimonios de la agencia matriz de la Dirección General de Registro Civil en Quito. Los esposos recibieron la cédula de ciudadanía donde consta su nuevo estado civil y luego participaron en un almuerzo familiar.

Fue un día en que el cáncer recibió un empujón y se hizo atrás, para dar paso al amor…