En Ecuador, entre enero y abril de este año se han registrado 14.092 matrimonios y 7.504 divorcios

 Quito, 21 de mayo de 2025.- En cada rincón del Ecuador, hay fechas que marcan la vida. Algunas celebran la unión de dos personas y otras reflejan decisiones difíciles pero valientes, como cerrar un ciclo para empezar uno nuevo. Desde el inicio de este 2025 hasta abril, el Registro Civil ha sido testigo de ambos caminos. Se han registrado 14.092 matrimonios y 7.504 divorcios. El año anterior, en ese mismo periodo, se celebraron 15.864 matrimonios y se legalizaron 8.285 divorcios.

El dato que más emociona es que, tanto en 2024 como en 2025, febrero se convirtió en el mes con mayor número de matrimonios. Muchos ciudadanos buscan fechas especiales como San Valentín para dar el “sí” y formalizar un compromiso que han construido con amor, esperanza y un profundo deseo de compartir la vida. En cambio, el divorcio rara vez tiene una fecha marcada en el calendario. Es, más bien, una decisión que nace del valor de priorizar el bienestar, la tranquilidad y el respeto mutuo. Aunque puede ser un momento doloroso, también representa la oportunidad de reencontrarse, sanar y reconstruir la vida con dignidad.

En ambos casos, el Registro Civil está presente, no solo como una institución técnica, sino como un acompañante firme en los capítulos más importantes de la vida. Desde el nacimiento, hasta los actos que marcan el rumbo de las personas, cada trámite que se realiza aquí lleva una carga humana que trasciende lo administrativo.

“Me casé hace 10 años, un 14 de febrero en la agencia matriz de Quito. Recuerdo que todo era felicidad, flores, lágrimas de emoción y también nervios. Este año, regresé al mismo lugar, pero para firmar -registrar- mi divorcio. Fue difícil, pero necesario. Y tengo que decirlo: el trato fue respetuoso y humano en ambas ocasiones. Sentí que el Registro Civil me acompañó en dos momentos muy importantes de mi vida. Uno donde comenzó una historia, y otro donde decidí darme otra oportunidad”, cuenta Carolina Andrade, de 39 años.

“El amor se celebra, pero también se transforma. Como institución, entendemos que cada decisión que llega a nuestras ventanillas representa una historia profunda. Nuestro deber es atender con empatía, eficiencia y respeto, cada momento vital de los ciudadanos”, afirmó Ottón Rivadeneira, director general de Registro Civil.

Ya sea con alianzas, que comienzan o con caminos que se separan, esta entidad pública sigue siendo parte de las historias que nos definen, garantizando derechos, construyendo confianza y reflejando la vida misma, con sus luces, sus pausas y sus nuevos amaneceres.