Quito, 5 de junio de 2025.- El pasado 2 de junio de 2025, Lyan Obonaga Chiriboga, con apenas un mes de nacida, llegó en brazos de sus padres, Dylan Obonaga y Carolina Chiriboga, a la agencia matriz Registro Civil en Quito, para recibir por primera vez su cédula de identidad.

Lyan nació en el Hospital IESS Quito Sur, donde fue registrada al momento de su nacimiento gracias al servicio articulado del Registro Civil y las ARCES (Áreas de Registro Civil en Establecimientos de Salud). Esto permitió que su derecho a la identidad fuera garantizado desde el primer instante de vida.

Pero lo más enternecedor y gracioso ocurrió al momento de tomarle la foto para su cédula. Entre muecas, manitos inquietas, ojitos entreabiertos y un par de bostezos, Lyan parecía tener su propio concepto de “modelaje fotográfico”. “¡Tuvimos que hacer varias tomas hasta que saliera bien!”, comentaron sus padres entre risas. “Pero los funcionarios fueron muy pacientes y cariñosos. Nos sentimos acompañados. Todo el proceso fue muy amable y ágil”, acotaron.

La pequeña, desde su inocente mundo, seguramente aún no sabe lo que significa tener una cédula, pero si pudiera hablar, tal vez le diría a sus papás: “Gracias por darme nombre, rostro y derechos desde el primer mes de mi vida.”

Historias como la de Lyan nos recuerdan que cada cédula es más que un documento: es el comienzo de una vida ciudadana. Y en el Registro Civil del Ecuador, trabajamos con amor y compromiso para que cada identidad sea reconocida con dignidad desde el primer día.­­­­