Portoviejo, 29 de abril de 2025.- A sus 97 años, doña Justina García guarda en su memoria los recuerdos de toda una vida, aunque la enfermedad de la demencia, progresivamente, haya limitado su movilidad y su capacidad de desplazarse fuera de su hogar, su familia enfrentaba una angustia constante: ¿cómo obtener la cédula que tanto necesitaba sin poner en riesgo su salud?

La respuesta llegó gracias al compromiso y gestión oportuna del Registro Civil. El pasado 25 de abril, un equipo de brigadas móviles acudió directamente a la vivienda de doña Justina, en Portoviejo, provincia de Manabí, para brindarle el servicio de cedulación de manera ágil, digna y segura.

Su hija, Edith Vera, no pudo ocultar su emoción: “Me sentía desesperada por la situación de mi mamá, que nos impide salir de casa. Al conocer el servicio de brigadas, hice la solicitud detallando nuestra situación e inmediatamente recibí la llamada de la institución. En tan solo 72 horas pudimos tener su documento de identidad en casa. Fue una bendición”, relató con gratitud.

Con esta acción, no solo se renovó un documento; se protegió el derecho de Justina a ser reconocida, a ejercer su ciudadanía y a sentirse respaldada por el gobierno, incluso en los momentos más vulnerables.

Tito Álvarez, coordinador Zonal 4 del Registro Civil, destacó la esencia de este servicio: “Nuestra misión con las brigadas móviles es llegar hasta donde más se necesita, priorizando la atención a ciudadanos en situación de vulnerabilidad. Cada cédula que entregamos en el hogar de un adulto mayor es una reafirmación de su derecho a la identidad y a vivir con dignidad”, dijo.

Historias como la de Justina, reflejan el rostro del Registro Civil de El Nuevo Ecuador, comprometido con los ciudadanos, asegurando su derecho fundamental a la identidad.